Una lista de libros prohibidos en el siglo XVI y una lista de ponentes o conferenciantes rechazados en universidades u otras plataformas públicas en el siglo XXI son dos líneas paralelas que discurren bastante más cerca de lo que muchos quieren ver. Y extendidas hasta el infinito, pierden el paralelismo y acaban intersectando en un punto que trunca de golpe el avance y el progreso.
Gracias, Francisco. Si me obsesionara ganar más popularidad, probablemente debería bajar el pistón y simplificar los contenidos. Pero soy como un perrillo al que le sueltan un hueso: incapaz de dejar de roerlo hasta extraerle suficiente jugo, y pasar al siguiente. Intentaré en estas semanas de vacaciones aligerar. :)
Es un análisis brillante sobre cómo la censura y las estructuras institucionales pueden frenar el progreso científico durante siglos. Me parece especialmente interesante cómo se conecta la Contrarreforma con la pérdida de capital humano y la fuga de talento, algo que recuerda a fenómenos similares en otras épocas. Por ejemplo, la expulsión de los judíos en 1492 en España no solo supuso un drama humano, sino también una pérdida de artesanos, médicos y comerciantes que debilitó el tejido económico e intelectual. En el fondo, la historia muestra una y otra vez que los intentos de controlar el conocimiento suelen generar un retroceso que no siempre es fácil de reparar.
Una lista de libros prohibidos en el siglo XVI y una lista de ponentes o conferenciantes rechazados en universidades u otras plataformas públicas en el siglo XXI son dos líneas paralelas que discurren bastante más cerca de lo que muchos quieren ver. Y extendidas hasta el infinito, pierden el paralelismo y acaban intersectando en un punto que trunca de golpe el avance y el progreso.
Una vez más, que trabajazo haces, Javier. Enhorabuena y gracias por compartir textos tan profundos y complejos.
Gracias, Francisco. Si me obsesionara ganar más popularidad, probablemente debería bajar el pistón y simplificar los contenidos. Pero soy como un perrillo al que le sueltan un hueso: incapaz de dejar de roerlo hasta extraerle suficiente jugo, y pasar al siguiente. Intentaré en estas semanas de vacaciones aligerar. :)
Es un análisis brillante sobre cómo la censura y las estructuras institucionales pueden frenar el progreso científico durante siglos. Me parece especialmente interesante cómo se conecta la Contrarreforma con la pérdida de capital humano y la fuga de talento, algo que recuerda a fenómenos similares en otras épocas. Por ejemplo, la expulsión de los judíos en 1492 en España no solo supuso un drama humano, sino también una pérdida de artesanos, médicos y comerciantes que debilitó el tejido económico e intelectual. En el fondo, la historia muestra una y otra vez que los intentos de controlar el conocimiento suelen generar un retroceso que no siempre es fácil de reparar.