14 Comentarios

Impresionante documento, desconocía por completo esta historia.

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Muchas gracias, Alma. El mito en sí es un tema que yo tampoco conocía hasta hace poco y que me llamó mucho la atención.

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Has captado por completo mi atención y sinceramente asombrada con lo que cuentas. Algunas cartas como la tuyas las leo cuando sé que dispongo de tiempo y tranquilidad por todo lo que aportáis o procesar todo su contenido, no siempre es sencillo pero si gratificante e interesante. Gracias por aportar tanto en esta mente inquieta. 🙂🙃

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Excelente artículo, Javier. Me permito, como apunte extrainformativo, sugerir la lectura de la tetralogía de Alfred Döblin «Noviembre 1918», que transita por los años del fin de la guerra y la revolución de Weimar y que ofrece una mirada literaria sobre ese periodo del que hablas.

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Desconocía estas novelas, pero no me extraña que el período diera para una tetralogía. Resulta, además, especialmente interesante, por todo lo que iba a venir después. Gracias por la aportación, Emi.

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¡Me ha encantado el artículo! Técnicas antiguas, aún de plena actualidad, tal y como lo recogerán los historiadores en unas décadas.

Por compartir mi pequeña inquietud, cada vez leo en más sitios que la frase de Goebbels está erróneamente atribuida https://x.com/eljukebox/status/1797569869573197999

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Sí, también me constaba. Pero se le sigue atribuyendo porque parece fuera de duda que de facto la puso en práctica de forma paradigmática. ¡Me alegro de que te haya gustado! Efectivamente tiene un eco muy potente en la actualidad.¡Gracias!

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Un artículo realmente interesante Javier. Creo que hoy más que nunca debemos ejercer un juicio crítico con cada información que recibimos, pues la batalla por el relato, con las redes sociales, es más intenso que nunca. Ahora son varios los que pugnan por liderar esta batalla y creo que eso dificulta a los que tradicionalmente han escrito el guión sin trabas para dominar el discurso. Esto, en mi opinión, no es necesariamente malo, simplemente añade complejidad y cierto caos que debemos aprender a digerir con rigor y algo de escepticismo. Quiero ser optimista, a pesar de estar viendo como Trump, mago del populismo, vuelve a gobernar. Gracias por tu texto.

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Que gran relato. Lo he disfrutado mucho. Como sabes, aunque partiendo de otro hilo narrativo, mi penúltimo post también hablaba sobre esas falsas creencias que se propagan con facilidad por el placer psicológico que proporcionan al individuo.

Quería aprovechar tu post para comentar dos cosas. La primera es sobre el Tratado de Versalles. John Maynard Keynes, en una de sus obras más destacadas titulada "Las consecuencias económicas de la paz", realiza un examen detallado y profundamente analítico sobre las imposiciones y sanciones que tendría que hacer frente Alemania tras la 1º Guerra Mundial. La brillantez con la que Keynes muestra todos los problemas que tendría que enfrentar Alemania, la imposibilidad de pagar las reparaciones, el rencor y odio en estas exigencias por parte de los países victoriosos y las posibles alternativas que debían aplicarse, son dignas de lectura. Su advertencia, que la historia demostró como llegó a cumplirse, le catapultó al estrellato de los economistas. Un libro que, a pesar de ser un análisis económico del Tratado de Versalles, rezuma economía y filosofía, y una forma de entender la naturaleza humana, que son exquisitas. Y dejo una gran cita: "los hombres han inventado medios para empobrecerse por sí mismos y a los demás, y prefieren los odios colectivos a la felicidad individual".

Por otro lado, respecto al antisemitismo en relación con el mito de la puñalada por la espalda, me interesa en particular su origen. Algunos estudiosos apuntan a que detrás de los primeros odios sobre los judíos (más allá de la distinta religión o tradiciones) está la profesión que empezaron a desempeñar en la edad media. Los primeros bancos, entendidos como hoy en día como el negocio de reserva y prestación de dinero, fueron negocios donde los judíos comenzaron a participar. La usura, mal vista por el cristianismo según la interpretación de ciertos pasajes bíblicos, no estaba mal vista según la ley judía. El cobro de intereses al prestar dinero y las deudas generadas en la prestación de dinero hizo que ciertos prejuicios y estereotipos se aplicasen a la población judía. Una actividad (la banca) que incluso a día de hoy vemos con suspicacia.

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Bien explicado. Morían como 20.000 soldados alemanes cada semana. Era insostenible.

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Desde hace rato no me daba placer leer algo, y este articulo sin duda lo fue gracias.

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Me alegro mucho de que lo hayas disfrutado. ¡Ese era el objetivo!

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Nov 2Editado

"Además, en un contexto global de desconfianza en las instituciones, discursos que señalan a un "enemigo interno" o "traidor" resurgen como fórmulas recicladas para ganar poder o influencia, reverberando en burbujas informativas que refuerzan creencias y actitudes. "

Hoy, en Occidente, el enemigo externo parecen ser los herejes (aquellos autócratas o no-liberales que son el jodido 80% de la población mundial), los no convertidos a la luz de las democracías-liberales que deben ser convertidos por el "telos" ontológico, cuyo mandato se realizará y debe ser obedecido. El núcleo judeocristiano de religión monoteísta, universal, excluidora y teleológica estaba presente en el marxismo, y también en el liberalismo universalista (me sorprende que una mente como la de Popper atinará con el primero y no viera el mismo fundamento en el segundo).

El enemigo interno, por supuesto, son aquellos críticos con el propio proceder de sus Estados, demonizados como avanzadillas de esas fuerzas oscuras externas por criticar la censura que decimos realizar en nombre del bien, bajo eufemismos bonitos. Dices bien: la repetición "ad nauseam" (como decía el bueno de Viktor Klemperer en su análisis de la propaganda nazi) arrasa con todo.

Por supuesto, y como no, el propio enemigo es el pueblo, siempre ignorante y desconocedor de sus intereses, que se deja llevar por voces populistas que hablan de sus intereses y vota a la extrema derecha (cajón de sastre para todo, ¿Putin y Milei? ¿Meloni y Vucic? ¿WTF?); rechazando otros populistas que apelan a intereses que sí son los correctos, pero no según el pueblo, sino según ciertos voceros. Es decir: hay que conducir al pueblo por aquellos a quienes la verdad ha sido revelada.

La propaganda no va a desaparecer por cuestiones tecnológicas, por lo tanto, hay que saber detectar la propia (que siempre está presente). Si alguien que consuma información general (noticias, periódicos, incluso series, revistas o películas de actualidad) no es capaz de reconocer la propaganda, o por lo menos no asume que está siendo torpedeado con propaganda sabiéndose adoctrinado; eso significa el triunfo de la propaganda, su éxito. La propaganda que sabemos señalar siempre es la ajena, pero a la que estamos expuestos y somos incapaces de ver es la propia.

Saludos,

PD: El mensaje está estereotipado adrede con ciertos tópicos que suelen orbitar alrededor de estos temas. No va dirigido a ti ni tus posiciones en concreto, sino al conjunto de ideas y discursos alrededor de este asunto.

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Comparto contigo que somos razonablemente buenos en detectar la propaganda ajena, pero no la propia. Y hay relatos por todas partes.

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