Hace años también que se identificó también que los CEOs, grandes medios y directivos emplean un lenguaje suave y aséptico... para no asustar al algoritmo. La Bolsa está muy indexada, y palabras gruesas pueden desembocar en una catástrofe, y más hoy en día que todo queda grabado y transcrito.
Al final es la información lo que dinamiza el mercado, porque nos persuade de unas cosas u otras, aprovechando nuestros sesgos. Ya sea la información asimétrica formal sobre futuros o unas declaraciones de Draghi diciendo "haremos lo que haga falta"...
la historia entre estos dos genios da para una película. Yo leí a este respecto el libro de Michael Lewis "Deshaciendo errores", y tiene momentos muy inspiradores.
Era imprescindible citar el libro de Lewis, al que he enlazado. Con alguna licencia, se podría novelar un poco, y sí, podría dar para una película. Aunque no he querido jugar con ello, sólo el hecho de que Kahneman se casara con la viuda de Tversky ya sería un filón :)
Hace años también que se identificó también que los CEOs, grandes medios y directivos emplean un lenguaje suave y aséptico... para no asustar al algoritmo. La Bolsa está muy indexada, y palabras gruesas pueden desembocar en una catástrofe, y más hoy en día que todo queda grabado y transcrito.
Buen artículo.
Al final es la información lo que dinamiza el mercado, porque nos persuade de unas cosas u otras, aprovechando nuestros sesgos. Ya sea la información asimétrica formal sobre futuros o unas declaraciones de Draghi diciendo "haremos lo que haga falta"...
Gracias.
Bárbaro. Genial homenaje a dos grandes académicos.
la historia entre estos dos genios da para una película. Yo leí a este respecto el libro de Michael Lewis "Deshaciendo errores", y tiene momentos muy inspiradores.
Era imprescindible citar el libro de Lewis, al que he enlazado. Con alguna licencia, se podría novelar un poco, y sí, podría dar para una película. Aunque no he querido jugar con ello, sólo el hecho de que Kahneman se casara con la viuda de Tversky ya sería un filón :)
Gracias, Miguel.
Buenísima lectura, Javier
Muchas gracias!